Este estudio revela que la mujer se "empobrece" luego de la separación y el hombre se enriquece dado que el pago de alimentos es limitado y el resto del sueldo le queda para él. Como contrapartida, y en reacción muchas veces a esta afectación económica, la mujer se apropia de los hijos y le limita o escatima las visitas a su ex-marido. La tenencia de los hijos, que muchas veces es un bastión de guerra, termina en general siendo una batalla ganada por las mujeres. Sin embargo, siendo estas quienes en el 90% de los casos proponen el divorcio, son las que más tardan en rehacer su vida de pareja justamente porque al hacerse cargo de los hijos le quita tiempo y posibilidades de un mayor roce social.
En definitiva un divorcio es un evento en el que nadie gana, eso está claro, pero en general cuando uno tiene la oportunidad de hablar con separados es raro que alguien te diga que su ex pareja se llevó la peor parte.
Las separaciones vistas con una perspectiva de futuro pueden ser una solución para toda la familia pero en el corto plazo veo que en general ambas partes dejan de pensar en el tema más importante. Los hijos. Cuando el hombre pijotea el dinero está afectando la calidad de vida de sus hijos. Cuando la mujer escatima el tiempo de la relación padre-hijos a los que más perjudica es a los propios chicos. Ellos crecen y sin dudas nos juzgarán...no hace falta que ninguno de los dos le hable mal del otro. Para los chicos no debe haber hombre más importante en la tierra que su padre ni mejor mujer que su madre. Obviamente todo esto dicho dentro de un marco en el que ambos ex-conyuges se hayan separado porque se acabó el amor o por desavenencias que no afecten psicologicamente a los chicos como por ejemplo padres golpeadores, o que representen un peligro a su propia seguridad.
Como diría Nimo..."Por lo menos, así lo veo yo!!"
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