jueves, 2 de abril de 2009

2 de abril de 2009



Si bien este blog es temático y se refiere a cuestiones conyugales, como diría Pancho Ibáñez, "todo tiene que ver con todo". Es por eso que me voy a tomar la licencia de hablar de este tan especial 2 de abril. Diría caprichoso 2 de abril.

Este mismo día del año 1982 el ejercito argentino retomaba las Islas Malvinas. Me faltaban unos pocos días para cumplir 18 años, estaba en 6° año del colegio secundario y hacía ya algunos meses que me había puesto de novio. El fervor popular era tan grande como el engaño al que nos tenían sometido los militares. Eran tiempos en los que las radios estaban prendidas todo el día para escuchar los partes de guerra que nos anunciaban que estábamos ganando. Junto a otros compañeros quisimos anotarnos como voluntarios para ir a Malvinas pero nos sacaron carpiendo porque ni siquiera habíamos hecho la instrucción militar. Finalmente en junio los ingleses recuperaron las islas y eso precipitó la caída de un gobierno militar que ya estaba acabado por donde se lo viese.
Se avecinaba la época de la democracia y "nueva viejas" discusiones comenzaron a surgir. Las discusiones políticas. Esas que tantas veces había escuchado de chico en la casa de mi abuelo materno y en las que nunca podía participar por ser muy chiquito. Yo había nacido en el seno de una familia radical pero más que radical, antiperonista. En cambio mi novia vivía en una casa netamente peronista. Las discusiones con sus padres y tíos no tardaron en aparecer.

Como a la mayoría de los jóvenes, una nueva figura me tenía subyugado: el Dr. Raúl Alfonsín. Fui a sus actos, pegué sus calcomanías y pisé por primera vez un Comité. Fue la primera y única vez que voté totalmente convencido. Había en el aire una sensación de esperanza, de cambio, de que todo se podía lograr. La historia se encargó de golpearnos la cara una y otra vez para bajarnos a la realidad y el tiempo nos hizo más incrédulos y desconfiados.

En tiempos en que la palabra es una rareza, el despotismo y la prepotencia se disfrazan de democracia y los políticos son más conocidos por sus negociados que por sus logros, se nos fue el Dr. Alfonsín.

La reacción popular sobrepasó todo lo esperado. Alfonsín se fue antes de tiempo del gobierno pero nunca tuvo que pasar por un tribunal para dar explicaciones por sus bienes. Murió en el mismo departamento en el que vivía antes de ser presidente. Fue quien con su perseverancia afianzó una incipiente democracia. Falleció hace dos días y hoy, 2 de abril terminaron sus funerales. Siempre, desde 1983, los 2 de abril fueron días de reflexión pero este en particular fue un día en el que muchos volvimos a rememorar esos tiempos en los que muchos estábamos en la facultad, creyendo en un país mejor, con valores, soñando con un futuro en el que todo podía lograrse. Creo que este 2 de abril puede ser otro punto de inflexión en nuestra historia. En lo personal me deja la tranquilidad de ánimo de darme cuenta que, como todos, he cambiado con el tiempo pero que no resigné ni uno solo de lo valores que me movían en ese entonces. Eso me puso contento más allá de la tristeza de recordar la gesta de Malvinas y de la pérdida del Dr. Alfonsín.