lunes, 18 de enero de 2010

Dios los cria y el viento los amontona


Generalmente lo primero que hace una persona al emigrar es buscar a gente de su comunidad, su etnia o su país de origen como forma de sentirse más cerca de sus afectos y su terruño, en definitiva, para compartir la pena del desarraigo. Esa gente no se da cuenta que ellos son los "visitantes" y está en ellos procurarse la integración a la nueva sociedad en la que decidieron vivir. La forma de generar nuevos vínculos no es justamente encerrándose en su idioma madre, o en sus comidas típicas ni en sus músicas nativas sino todo lo contrario. Ya lo dice el viejo refrán "donde fueres has lo que vieres". Muchas veces las tan mentadas "segregaciones" parten de los propios segregados que no hacen nada por integrarse y después se sienten parias.
Un amigo mio que se fue a vivir a Canadá me contaba que lo primero que hicieron con su esposa al llegar allí fue granjearse la amistad de sus vecinos canadienses hablando en su hasta entonces pobre inglés pero mostrando un férreo interés en ser uno más de ellos y no un inmigrante que busca desesperadamente el barrio latino. El resultado fue estupendo.
Haciendo un paralelo, si se me permite la licencia, veo mucha gente que se separa y cae en el error típico del inmigrante. Una vez separados buscan otras almas en pena que sufren los mismos males, se regodean en el dolor, siguen hablando mal de sus conyuges y se encierran mucho tiempo en un círculo vicioso que los mantiene tristes y, lo peor de todo, es que dan una imagen de resentimiento que los aleja del resto de los mortales que no pasan por sus mismas malas experiencias. Se me ocurrió llamarlos "el club de los corazones solitarios". Que, como todo buen club, defiende sus colores y su esencia.
Entiendo que lo mejor en esos casos es dar vuelta la hoja. Lo que pasó, pasó. La vida sigue y hay que buscar nuevas motivaciones, desafíos y proyectos de vida sin dejarse chupar por la cola del tifón que lo único que hace es hundirlos aún más. Una vez alguien me dijo que con 10 muertos solo se puede hacer un cementerio. Hay que salir de ese estado quejoso, mostrarse positivo y no buscar constantemente palabras complacientes de otras personas a las que se retribuye con otras vacías palabras de aliento que lo único que hacen es mantener a ambas en ese sopor.
Salgan!! al mundo no le gusta la gente quejosa y mucho menos una cofradía de deprimidos.

5 comentarios:

  1. Roberto, me permito estar en desacuerdo con varias de tus expresiones en primer instancia porque para poder hablar de una situación así hay que vivirla desde adentro, si es tu caso, sos una de las personas que se hizo cargo y tomó las riendas de su propia vida, bien, decime cuál fué tu fórmula para no relacionarte con gente separada o cuál fué la fórmula para descorazonarte cuando alguien necesita un hombro para llorar o para compartir una falencia.
    Quizá estes en un grupo que se pasan criticando cónyuges, en mi grupo y mi círculo nos reimos mucho de todo y capitalizamos experiencia, jamás lloramos.
    Para finalizar, el mundo al que no le gusta la gente quejosa debe estar muy lejos del mío, porque desde que tengo capacidad de escucha y creo que fué desde los 15 años, todo el mundo se queja de algo TODO EL TIEMPO.
    Asi que enseñame tu mundo perfecto, dame la dire y me mudo ya!!!!
    Va con onda, seguramente tu consejo es de una buena persona, pero no de una persona realista. El mundo que pintás no existe.
    Te aseguro que la gente vive mas felíz de lo que a vos te parece entre los separados y esta bueno juntarse a vivir buenos momentos que gastar mucha plata en terapia (ojo no estoy diciendo que la terapia no es buena, es para quienes quieren hacerse cargo)

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  2. Gracias Eva por tu opinión que es muy válida y respetable. Esto es materia opinable y yo no tengo la verdad revelada. Es solo mi opinión que puede no compartirse y hacés muy bien en aportar otro punto de vista. Beso

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  3. Creo que ser separado no es parte de un sector que se encuentra fuera de la realidad, es una situacion por la que muy pocos " valientes " se animan a transitar, solo se puede hacer feliz a alguien si uno lo es, y cuando hablo de valientes es porque hay otros sectores que comparto con Eva se la pasan cuestionando este estado civil sin darse cuenta que mantiene sus vidas solo por comodidad y el miedo y son los menos felices porque viven una realidad inexistente, buscando cosas en otro lado que si los hacen sentir plenos pero a su vez paralelamente cuestionando la felicidad de los que se animaron a dejar libre a quien en un momento se amo con el temor de saber que pueden perderlo para siempre, la alegria, la felicidad no es un estado civil, es una capacidad que no todos tienen el privilegio de conocer, pero si abris una ventana miras el sol respiras profundo y te sentis bien con lo que estan viviendo es porque aprendiste a ser feliz y ese dia podras dar alegria a tus seres mas queridos.

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  4. Que bueno lo que escribís, que pena que seas anónimo, lo que se puede ver es que sos de Entre Ríos. Gente linda y amena...
    Coincido 100%, mil veces volvería a sufrir porque es un proceso que no se puede obviar para lograr cosas positivas tanto para uno mismo como para todo tu círculo.

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  5. Gracias a las dos por sus comentarios. Tal vez mi opinión no sea la correcta o la mas popular pero....es mi opinión y muy probablemente no sean las cosas como yo las veo

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