viernes, 20 de febrero de 2009

Hay que besarse más


Ahora entiendo porque tengo la piel tan tersa y porque nunca tuve caries....

Bajar calorías, prevenir las caries y mejorar la circulación sanguínea nunca fue tan fácil, apasionado ni divertido, pero gracias a un nuevo estudio, se supo que besarse produce éstos y más efectos positivos en la salud de una persona. Al parecer, un estudio ruso llegó a la conclusión de que algunos de los efectos positivos de besarse incluirían bajar 12 calorías por beso (no se especifica cuanto dura cada beso pero parece que adelgaza más una hora de besos que correr el maratón), además de prevenir las caries mejor que un dentrífico, según publicó el sitio español 20 Minutos y MINUTOUNO.COM. De hecho, el beso logra beneficios como mejorar la circulación sanguínea, bajar el colesterol y aceitar el sistema cardiovascular en general. La explicación sería que a cada beso se liberan más endorfinas, las hormonas que dan sensación de bienestar a los humanos. Según el estudio, publicado originalmente por el periódico ruso Pravda, la cantidad de endorfina liberada en cada beso puede equivaler al efecto de una dosis mínima de morfina. Hasta la piel de la cara se ve mejorada por la actividad.
Siendo tantos los beneficios de besarse, esta técnica podría provocar pasiones.

Hasta acá la noticia, ahora viene el análisis. ¿Se pueden publicar tantas pavadas en tan poco espacio?. Yo entiendo que es bueno besarse porque genera bienestar y es una forma de canalizar positivamente los sentimientos, pero solamente les faltó decir que cura el cancer y cantábamos ¡¡Bingo!!

Señoras y señores borrense de la obra social, agarren a su pareja, amante, compañero/a de trabajo o cualquier transeunte y bésenlo apasionadamente. Si te preguntan si estás loco contestale que lo haces por razones sanitarias.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Amor laboral


Según una encuesta realizada por el Diario Panorama vía correo electrónico a más de 1.500 hombres y mujeres de entre 18 y 50 años, nueve de cada diez argentinos mantienen relaciones íntimas con compañeros de trabajo. Dicha encuesta asegura que la mayor parte de los argentinos encuentran a este tipo de relaciones “estimulantes, inofensivas y divertidas”.

También demostró que las expectativas son diferentes entre hombres y mujeres. Las mujeres esperan que la relación “prospere”, en cambio el 90 por ciento de los hombres prefiere que el romance se “mantenga oculto”. Según el sexólogo Norberto Blatz, “las personas pasan un mínimo de ocho horas diarias en sus trabajos y comparten intereses, preocupaciones, tensiones... Un coqueteo estimula y hace la jornada laboral menos dura”.

Sinceramente tengo que poner en duda esta investigación. Yo hace 26 años que trabajo y soy parte del 10% que no mezcló trabajo con placer más allá del placer que me da el trabajo mismo.

Conocí y conozco muchos casos de parejas laborales legales, ilegales, ocultas, abiertas pero no creo que esto alcance al 90% de la gente que trabaja.

Es cierto que se comparten muchas horas juntos y que una relación jefe-empleada no es la misma que se puede dar después como pareja. En el primer caso hay siempre subyacente una cuestión de categorías y de necesidad de agradar como forma de defensa del trabajo que dista bastante de la segunda relación que es la de miembros de una pareja donde, valga la redundancia, se tratan como pares.

Sin lugar a dudas el trabajo es un lugar donde uno conoce mucha gente y a alguna con un importante grado de detalle pero de ahí a que el 90% tenga una relación amorosa creo que hay un largo trecho.
Seguramente quienes lean este blog pueden contar sus experiencias y opiniones.

lunes, 16 de febrero de 2009

Divorcios tempranos


El domingo leí un artículo en la revista Viva que hablaba de la cantidad de divorcios que se están produciendo en los últimos años. Es llamativo que en algunas ciudades argentinas el año pasado haya habido casi el doble de divorcios que de casamientos y que dichas rupturas se den cada vez más temprano en la relación ya dejando en ridículo aquello de la comezón del séptimo año.

El tema es recurrente pero el punto de inflexión de esta problemática parece estar en la mayor independencia de la mujer que busca un mejor desarrollo educacional y laboral sin perder de vista lo que natura les impide delegar que es la maternidad, amamantar y tantas otras cosas que tampoco escapan de los sentimientos.

La mujer parece estar en la busqueda de una pareja en el sentido literal de la palabra, alguien que esté a la par, ni arriba ni abajo sinó codo a codo y la mayoría de los hombres no puede ni quiere tomar ese rol. El claro ejemplo de esta demanda la reflejaba uno de los entrevistados que decía que estamos en la era de las mujeres "Nome"....no me querés, no me ayudás, no me entendés, no me...., en cambio el susodicho sostenía que el hombre tenía un solo "Nome". No me rompas más las pelotas!!. Se puede estar de acuerdo o no con esta teoría pero la realidad indica que cada día hay más planteos que terminan en rupturas de parejas.

La independencia económica de la mujer y la certeza de no depender intelectualmente del hombre hace que ellas ya no tengan que "soportar" lo que hace algunas décadas debían sobrellevar con hidalguía. Por otro lado, el receptor de estos cambios, es decir el hombre, parece no estar tan preparado aún para asumirlos y en cuanto se ve solo tiende a ir más rápido que la mujer detrás de otra relación formal. ¿Será que no servimos para estar solos?.

En mi opinión estamos viviendo un período de reacomodamiento social en lo que a hombres y mujeres se refiere. Seguramente en unas décadas se volverá a alcanzar un equilibrio precario en esta materia. Lo que se ha roto es esa división de obligaciones, unas naturales y otras convencionales, que decían que mientras la mujer se embarazaba, paría, amamantaba y criaba a sus hijos (obligación natural ya que el hombre no puede hacerlo, salvo en ayudar con la crianza) el hombre respondía con traer el alimento y el dinero para las necesidades hogareñas (obligaciones convenidas socialmente). La mujer puede trabajar y mantener un hogar. El hombre jamás podrá embarazarse o parir. Parece una ventaja para la mujer, pero el hecho de alterar las convenciones sociales puede también traerle muchos dolores de cabeza no solo a la mujer sino a la sociedad en su conjunto.

Opinan lo mismo?